
"P&G admite que experimenta con cobayas, conejos, hámsteres, hurones, ratas y ratones “para la seguridad de sus productos”, y que los gatos y perros son usados en experimentos para la comida de perros y gatos. P&G son muy reservados en sus test de toxicidad, donde los animales son forzados a ingerir agentes químicos, se les frota sobre su piel en carne viva o se les echa en forma de gotas en los ojos. Otros experimentos brutales incluyen forzar a los animales a inhalar químicos o se les inyectan sustancias en sus narices".
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